lunes, 1 de abril de 2013

Una presentación


Es mi primer día por estos lares y tengo los nervios propios de una gran inauguración. Ensayo mi presentación frente al espejo, “¡Hola! Me llamo Elena y traigo un montón de dulces y sorpresas..." demasiado cursi.  “Os presento el mejor blog de tartas hasta la fecha..." baja Modesto que sube Elena. “¡Hola, buenos días! Me llamo Elena y...”, ¿vengo a venderles una enciclopedia? Ains, qué difícil es dar el primer paso.

Bueno, a ver cómo me explico. Este es el principio del final. Quiero decir, que mi principio-principio no tiene nada que ver con la repostería, pero al final es lo que más protagonismo está tomando en mi vida.

Soy licenciada en biología, trabajo en lo que me dejan, normalmente relacionado con la biología marina. Pero desde que la empresa donde trabajé estudiando el fondo marino y donde me veía jubilándome se fue a pique por la dichosa crisis, cambié totalmente de tornas. ¿A la pastelería? ¡Pues no! Decidí hacerme bombera…  ¡Ahí  va, qué loca! Pues un poco sí, pero mis estudios los pagué trabajando de socorrista en la playa y todo lo relacionado con el rescate y la acción me encanta, y dedicarme a ello como profesión me llenaría de orgullo. Lo de la cocina es algo que ha ido creciendo poco a poco desde la infancia y siempre va a estar presente porque el buen comer forma parte de mi modo de vida.

Todo empezó cuando mi madre se empeñó en que sus dos hijos llevaran todos los días al cole un almuerzo digno de la mejor panadería, pero con un presupuesto mucho más ajustado. Y empezó a cocinar todo tipo de bizcochos y magdalenas. Eso se le da muy bien, también los guisos y... las paellas se las dejamos a mi padre que es todo un experto. Me gusta presumir de que en mi casa siempre hay un bizcocho casero. Yo aprendí mucho de mis padres, pero luego quise buscarme mi parcela, empecé a tomarle el relevo a mi madre con las tartas de cumpleaños y algún que otro bizcocho de chocolate hipercalórico. Pero la verdadera revolución fue cuando me empeñé en que la tarta de cumpleaños de mi hermano tuviera un dibujo suyo (él es ilustrador). Así que investigué, leí mucho, aprendí muchísimo y encontré blogs realmente inspiradores. La página de María Lunarillos se convirtió en mi favorita. Vi que utilizaba mazapán para decorar una tarta con forma de fresa en lugar de fondant y me gustó mucho. Decidí hacer la tarta para mi hermano con mazapán. Y a partir de ahí me vicié mucho buscando técnicas reposteras. La verdad es que es un mundo en el que nunca terminas de aprender. Creo que lo que más me enganchó es ver la ilusión con la que los demás recibían mis nuevos dulces. Es una forma muy bonita de alegrar a los demás.

Así que reparto mi tiempo entre trabajar, estudiar, entrenar muuuucho, cocinar y aun lo estrujo para que quede algo para dedicar a mi novio, mi familia y mis amigos.

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